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Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, fotógrafo automotríz y entusiasta de las cuatro ruedas. / IG: @elpablomonroy
El tren motriz de nuestro automóvil está integrado en su mayoría por piezas de alto desgaste que interactúan para que pueda desplazarse con normalidad cada vez que lo utilizamos, como amortiguadores, sistema de refrigeración, lubricación, suspensión, frenos, transmisión y el propio motor, que ya de por sí representa un universo complejo de partes móviles que trabajan en una perfecta sincronía. De ahí que sea fundamental darle mantenimiento al auto.
Componentes que general tienen un tiempo de vida útil determinado, a partir de su desgaste por el uso que deben ser inspeccionados periódicamente para asegurar su buen estado y que, en caso contrario, se reemplacen para que no afecte el desempeño del resto de las partes a los que están vinculados y el problema sea más severo.
Es aquí donde los servicios de mantenimiento juegan un papel fundamental en la vida útil de nuestro coche, más allá de que esta actividad mantiene la garantía del fabricante cuando se trata de un vehículo nuevo y de los cuidados que como conductores tengamos con él, ya sea que estemos habituados a tratarlo como un coche de rally o como un coche de museo.
Dentro de estos servicios de mantenimiento existen clasificaciones, es decir, servicios menores y mayores, los cuales se aplican en función del kilometraje recorrido y del tiempo que ha transcurrido desde que el auto salió de la agencia, y cada fabricante estipula estas citas al taller a partir de dichos parámetros, pues no todos los componentes se desgasta al mismo tiempo y de igual forma.
También debemos considerar que los servicios son igual de importantes ya sea que utilicemos nuestro coche a diario, o eventualmente si a estas alturas seguimos trabajando desde casa, pues fluidos como el lubricante del motor, el líquido refrigerante, el de los frenos, e inclusive el ácido contenido en la batería, se siguen degradando, así como otros componentes como las bandas de distribución y de accesorios las cuales, aunque no estén trabajando, siguen sometidas a una tensión que sigue alterando sus propiedades mecánicas como la elasticidad.
Eso sí, mientras más equipado y sofisticado sea nuestro automóvil, más sistemas tendrán que ser sometidos a revisión y más costosos serán, porque no es lo mismo inspeccionar y dar mantenimiento preventivo y correctivo a un Nissan Versa que un BMW Serie 3.
Para entender estos procedimientos, los componentes que se verifican y las razones por las que algunos servicios son más costosos que otros, tomemos como ejemplo el esquema de trabajo que ofrece Mazda a sus clientes.
Cuando el vehículo llega a los primeros 10 mil kilómetros se realiza el primer servicio menor, en el que se limpia el filtro del aire, se cambia el aceite del motor y filtro del aceite, se lubrican chapas y bisagras, se verifica la presión de los neumáticos, se realiza su rotación, y finalmente se revisan frenos y niveles de fluidos, en caso de ser necesario se rellenan; el costo es de 1,900 pesos. Este trabajo menor se realiza posteriormente a los 30 mil, 50 mil, 70 mil, 90 mil y 110 mil kilómetros.
Siguiendo con el orden del odómetro y llegados a los 20 mil kilómetros acumulados en el odómetro es necesario realizar un servicio mayor, pues algunos componentes ya han cumplido con su vida útil, momento en el que, además de cambiar el aceite del motor y filtro del aceite, se reemplaza el filtro del aire del propulsor y de la cabina, y se inspeccionan otros componentes, como cubrepolvos de los semiejes, líneas de combustible y mangueras, sistema de escape y deflectores de calor, frenos, suspensión delantera y trasera, rótulas y juego axial de baleros, bujías, presión de llantas y su rotación, así como niveles del resto de los fluidos.
Si dentro de esta revisión el técnico detecta algún daño en estas partes se reemplazan. El costo por un servicio de este nivel se incrementa hasta 3,600 pesos. Este procedimiento se ejecuta a los 60 mil y posteriormente a los 100 mil kilómetros.
Cuando nuestro coche ya recorrió 40 mil kilómetros, es momento de hacer un servicio más profundo, pues ya ha recorrido casi el equivalente a darle una vuelta a la Tierra, así que, de primera mano, se cambia el aceite de motor, filtro de aceite, de aire y de la cabina, así como el líquido de frenos.
A esto se suma la revisión de los cubrepolvos de los semiejes, líneas de combustible y mangueras, sistema de escape y deflectores de calor, frenos, suspensión delantera y trasera, rótulas y juego axial de baleros, bujías, presión de llantas y su rotación, así como niveles del resto de los fluidos, más checar las mangueras y tubos del sistema de emisiones, sistema de enfriamiento, tensión de bandas, así como el varillaje y funcionamiento de la dirección. El costo se incrementa a 4,200 pesos y se debe realizar a los 80 mil y 120 mil kilómetros.
Como puedes ver, los servicios se van intensificando conforme envejece el vehículo, y la intención es mantenerlo en las mejores condiciones mecánicas de manejo y seguridad, así que no lo tomes a la ligera y realiza los servicios de mantenimiento de tu coche en el periodo que le corresponde.
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